Relaciones sociales y de parentesco en dos familias de Estelí.
Por: María Dolores Álvarez Arzate. 1996.
Introducción.
Los antecedentes de Estelí han sido abordados bajo distintas perspectivas hasta hoy: la historia, la arqueología, la literatura, la sociología, la geografía, y hasta en las décadas más recientes, es que se empiezan a hacer aproximaciones desde la antropología.
Este trabajo presenta el estudio del árbol genealógico de dos de sus familias, enfatizando en sus relaciones sociales y de parentesco. Pretende aportar puntos de vista, pautas, e información documental, para analizar, cómo influyen estas relaciones, en otras esferas como: la Propiedad, la Herencia, el Poder Político, las Relaciones Económicas, y las Costumbres.
Los límites de éste Departamento, están fijados, teniendo al Norte el Departamento de Madriz, al Sur-Oeste el Departamento de León, al Sur-Este el Departamento de Matagalpa y al Oeste el Departamento de Chinandega. Cuenta con un total de 2,173 kms2 y 171,215 habitantes, de los cuales 30,635 viven en la ciudad de Estelí[1]. Tiene 843 metros sobre el nivel del mar, lo que le proporciona un clima moderado, con temperaturas promedio de 24 grados centígrados.
Debido a su geografía abundante en cerros, montañas, y ríos, en la ciudad, se asentaron núcleos poblacionales alrededor de los valles y mesetas, formados dentro del conjunto montañoso, lo que facilitó la delimitación natural del territorio, donde se han desarrollado las relaciones sociales y de parentesco.
Su población, tuvo su origen en el mestizaje, de los indígenas autóctonos con los españoles, llegados durante la colonización. La ciudad se estableció en un sitio llamado Llano de Michigüiste en el año de 1823, con el nombre de Villa de San Antonio de Pavía o San Antonio de Estelí.
También, su territorio, ha sido, desde tiempos pre-hispánicos hasta la actualidad, un punto de paso obligado a los comerciantes y pasajeros, que transitan a lo largo del Istmo, lo que ha facilitado el intercambio con diversos grupos de las regiones vecinas, en especial con el actual territorio de Honduras.
Todos estos factores, influyen en su importancia, desde el punto de vista geográfico, económico y cultural, ya que también ha contado con caminos y rutas de transporte, que la comunican con las ciudades y poblados de: León, Achuapa, El Sauce, Somotillo, El Viejo, Managua, Condega, Ocotal, Jalapa, Somoto, Sébaco, Matagalpa, La Concordia y Jinotega.
En el aspecto económico, la forma de producción para el consumo interno, se desarrolla en pequeñas y medianas fincas, dedicadas al cultivo de maíz, frijol, arroz, tabaco, café, y a las actividades de la ganadería de extensión. En las fincas, todavía existen algunas zonas, cada vez menores, sin cultivar, donde se reproduce de manera silvestre, la vegetación de clima templado, particularmente el pino.
La forma de producción a gran escala para la agroexportación, se ha dado únicamente, en los rubros de café y tabaco. En la mayor parte de los casos, el propietario de la tierra, ha sido al mismo tiempo su usufructuario[2].
Esta conducta limitó el acceso de otros campesinos, ubicados fuera éstas familias y su red de alianzas, a los recursos y propiedades más importantes de la región.
Entre los años 1979-1988, los cambios que introdujo la Revolución, primero con la confiscación, y luego expropiación de algunas fincas y haciendas, modificaron sustancialmente la relación producción-modos de producción.
Es así como, algunas familias hasta entonces marginadas de la propiedad, tuvieron posibilidad de usufructuar la tierra como cooperativistas. Las familias campesinas, se inclinaron a crear mecanismos de alianzas locales, que les permitieran continuar con su modo de vida, formas de producción y de intercambio, a pesar de que, con frecuencia se han encontrado en oposición frente a los Gobiernos, tanto de un signo político como de otro.
En cambio, los afectados por éstas políticas, se inclinaron por buscar su sobrevivencia fuera del país. Por esta razón, muchos de ellos se incorporaron a las manifestaciones políticas y armadas en contra de la Revolución. Durante esa misma década, otras familias tradicionales, descontentas con las medidas económicas y jurídicas con respecto a la propiedad, formas de producción y comercialización, decidieron a migrar hacia Estados Unidos y otros países vecinos, sin estar vinculados a la contrarrevolución.
En período 1989-1990, el Gobierno a través de la Reforma Agraria, efectuó el reparto de las tierras del Estado, en forma de Títulos de Propiedad Individual, con la intención de consolidar la defensa militar de las zonas de guerra. El objetivo se cumplió, sin embargo, en una visión muy pragmática, los campesinos defendieron sus tierras militarmente, unos a favor y otros en contra, del Gobierno Sandinista.
Aumentó, a partir de entonces, la cantidad de familias propietarias, y se rompió, en tan solo diez años, con la tradición de las grandes haciendas familiares implantadas desde la colonización.
Se produjo entonces, una ruptura, tanto en la sucesión de los bienes, a través de las generaciones en las familias tradicionales, como un cambio de las tradiciones en las diferentes clases sociales y grupos económicos.
Particularmente sensible, fue el cambio en las formas de comercialización, acopio y control de precios, que fueron monopolizadas por el Estado durante la década de los ochenta, lo que disminuyó el perfil, sin que éste desapareciera, de las tradiciones campesinas de mano vuelta y trueque.
La ruptura de generaciones y de tradiciones, estudiadas bajo la óptica de las relaciones sociales y de parentesco, constituye el objeto de estudio en este trabajo. Recurriendo al estudio de casos, analizo el grado de influencia, e incluso de dominación, que ejerce la burguesía local, representada en las familias tradicionales, sobre los valores y tradiciones de otras clases y grupos sociales.
Al mismo tiempo, analizo las alianzas que se desarrollan entre sectores rurales y urbanos, en donde las familias campesinas que tienen un vínculo directo a la ciudad, están en mejores posibilidades de subsistir, en su economía, sus costumbres y, sus tradiciones familiares, con respecto a aquellas que no cuentan con este tipo de relación.
Metodología.
En este trabajo, utilicé el método genealógico para llegar al conocimiento de cada estructura familiar. He construido los árboles genealógicos, considerando como base, la descripción y el método que nos ofrece Levi-Strauss (1974:301), en Antropología Estructural: "El principio fundamental afirma que, la noción de estructura social no se refiere a la realidad empírica, sino a los modelos construidos de acuerdo con ésta. Aparece así la diferencia entre dos nociones tan próximas, que a menudo se las ha confundido; quiero decir, las de estructura social y de relaciones sociales. Las relaciones sociales son la materia prima empleada para la construcción de los modelos que ponen de manifiesto la estructura social misma".
Seleccioné dos familias[3], analizando en éstas, las tendencias de comportamiento en sus relaciones sociales y de parentesco. Tomé como informantes a varios miembros representativos de ambas, y obtuve datos complementarios a través de charlas con personas de las familias respectivas, o con otras personas, que tienen vínculos sociales con respecto a éstas.
Además tomé en cuenta como criterios de clasificación las reglas matrimoniales, la prohibición universal del incesto, la organización social y el sistema de parentesco, explicados por Levi-Strauss en su obra Las estructuras elementales del parentesco, (1969)[4] y en su artículo Lingüística y Antropología (1974)[5]. He partido de los criterios expresados por su autor, que contribuyen como método al estudio genealógico, aplicado a una realidad diferente.
También he considerado a otros autores que toman como punto de partida, el método de análisis estructuralista-francés, para el estudio del parentesco, como Gonzales Echevarría, Aurora Y San Román, Teresa, (1994)[6].
También, he tomado en cuenta el trabajo de Haidar, Julieta, (1990)[7], en donde hace un análisis detallado del método propuesto por Levi-Strauss.
Haidar, reconoce en su obra: El Estructuralismo, (1990), que el conocimiento empírico es la base de la construcción del modelo, sin embargo señala que, Levi-Strauss, se limita al estudio de las estructuras formales, sin tener en cuenta la etnología, ni el proceso histórico, mediante el cual, se crean estas estructuras.
En todo caso consideremos directamente su criterio: "La posición de Levi-Strauss frente a estas dos ciencias, así como a sus respectivos métodos, es bastante oscilante: por un lado, plantea que son incompatibles el análisis estructural y el análisis histórico, porque el primero utiliza un método generalizante y el segundo un método individualizante y, por otro lado, plantea que la diferencia no se refiere tanto al objeto de estudio, ni al método, como a que constituyen perspectivas complementarias", (Op, Cit., 1990:107).
En el marco de esta discusión, entramos al análisis de casos, en tanto, podemos aportar al estudio y conocimiento del comportamiento social y de parentesco en nuestra sociedad, "en caliente"[8], como diría el mismo Levi-Strauss.
Las familias tradicionales de Estelí.
La caracterización que a continuación se describe, toma como punto de partida la frecuencia con que los fenómenos se presentan en el estudio de las genealogías seleccionadas y, que solamente se puede generalizar, ampliando el estudio a un mayor número de casos.
Los vínculos de parentesco, en las familias tradicionales en esta ciudad, se formaron a través de la filiación, descrita por Rivers (1926)[9], comprobando el autor, como elemento esencial de tal ascendencia o descendencia, el vínculo del matrimonio[10], ya que a través de éste se transmite la calidad de miembro de un grupo, que en nuestra sociedad, se representa a través de los apellidos.
Este concepto socialmente aceptado, dejó fuera de la filiación a los hijos nacidos fuera de matrimonio, quedando éstos por tal razón al margen de la relación con la propiedad, la herencia y la continuidad del apellido como símbolo institucional de dicha descendencia.
El matrimonio, entre miembros de las familias tradicionales, se realizó en general, a través de ceremonias en la iglesia católica y por medio del contrato civil, éste último, con la función de ratificar social y jurídicamente la nueva alianza. Desde otra perspectiva, el matrimonio ha significado, por tanto, la unión de los bienes, particularmente las haciendas, y la consolidación de relaciones sociales y económicas entre grupos familiares.
En tanto el matrimonio entre miembros de familias campesinas con propiedades de menor extensión -fincas y solares- y, entre miembros de familias de campesinos pobres, se ha dado en la mayor parte de los casos, por medio de la ceremonia de la iglesia católica, y por lo general no realizaron el contrato matrimonial civil, sin embargo, en la práctica, la institución del matrimonio conserva sus objetivos esenciales.
En un grupo reducido de campesinos pobres, o en los que la diferencia de estatus económico entre los futuros cónyuges era sensible, se ha llevado a la práctica el robo o rapto de la novia[11], pasando generalmente a constituir una nueva familia de tipo troncal[12], en donde la norma de residencia es mayoritariamente independiente o neolocal, y en menor medida, de tipo patrilocal[13], donde los esposos residen en la unidad doméstica de los padres del marido.
Cuando una familia, está interesada en gozar de la protección de otra familia, se recurre al compadrazgo como forma de alianza. Al respecto, tomamos como referencia a San Román y Gonzales (1995): Un compadre, "es la persona a quien, sea o no pariente nuestro, le dimos palabra de apadrinar a nuestro hijo, seguramente mucho antes de que éste naciera. Esperamos de él respeto y cortesía, ayuda en los momentos difíciles, compañía si está cerca, cuidado para nuestro hijo, y una relación donde no caben palabras ofensivas, ni gestos duros, ni, imposible, agresión. Lo mismo espera el compadre de nosotros. Como es típico en el compadrazgo la verdadera relación se establece entre compadres y solo, casi por cumplir con una excusa, secundariamente entre padrino y ahijado" (Haidar, Op. Cit. Pág. 10).
Esta relación se ha practicado en todos los niveles sociales, en el momento del bautizo católico, sin embargo otras ceremonias, como la confirmación y el matrimonio, también cuentan con padrinos. Esta relación tiene más fuerza entre los compadres o comadres, que entre los padrinos-madrinas y ahijados-ahijadas.
En el contexto estudiado, encontramos que los compadres-comadres, son frecuentemente familiares entre sí. En otros casos, menos frecuentes, encontramos relaciones de compadrazgo entre personas que no tienen lazos familiares, en estos casos, el vínculo significa, contar con alguien que proteja a los hijos y, al mismo tiempo, la alianza de una familia con otra, creando una relación que no se ha logrado, hasta entonces, ni por medio del linaje consanguíneo, ni de la afinidad[14].
En los casos en que el padre procrea hijos fuera del matrimonio, se tienen ahijados huérfanos, o hijos de otros parientes pobres, la protección se ha dado, a través de la forma de hijo de casa[15].
Mientras, en el estudio, se hizo muy evidente el reconocimiento de los hijos nacidos de relaciones extra-matrimoniales en los hombres, no se constató esta misma situación en mujeres. Tampoco encontramos, ahijados huérfanos o, hijos de parientes pobres, ubicados dentro de la estructura familiar. Curiosamente, sí encontramos que éstos hijos de casa, los cuales deberían aparecer como anomalías[16], están considerados dentro de la Unidad Doméstica[17]. Los informantes delimitan claramente, que viven en sus casas, pero ..., no son de la familia (¡!), y por tanto los excluyen del árbol, argumentando, entre otros criterios, el no uso del apellido de la familia en referencia.
Las familias de Estelí, que tratan de hacer quedar sus bienes dentro de la familia consanguínea recurren a la endogamia[18], como forma del matrimonio, constituyendo éste comportamiento una generalidad dentro de las familias tradicionales y las familias campesinas, en donde también encontramos con cierta frecuencia relaciones de incesto[19]. En el caso de las familias de la ciudad, se manifiesta con más frecuencia la exogamia[20], y el incesto ocurre de manera ocasional.
La familia A.
Esta familia es el producto de la alianza matrimonial dada entre criollos y españoles durante las primeras décadas del siglo XIX, cuyas características fenotípicas comunes son: ojos azules, cabellos dorados, mediana o buena estatura y la relación de la propiedad con importantes fincas de Municipio de Estelí.
Es importante señalar, que los varones de este grupo familiar no tienen profesión tradicional como es, médico, abogado, ingeniero, ya que éstos, se inclinaron más, por el trabajo de dirección y administración de sus propiedades a partir de conocimientos empíricos y de la tradición oral. En cambio, los esposos de las hijas mujeres, con alguna frecuencia son profesionales. Esta realidad nos hace pensar, que la alianza entre capital e intelecto se dio a partir de la segunda generación (1810-1859). Y a partir de la tercera generación (1860-1909), las mujeres asumen cada vez un rol más importante en la administración de los bienes.
Con fines prácticos presento el árbol genealógico de la Familia A, en niveles generacionales. Estas generaciones, a partir de cohortes de 50 años cada uno, y se aplican, tanto para la Familia A, como para la Familia B:
I Primera Generación 1760-1809.
II Segunda Generación 1810-1859.
III Tercera Generación 1860-1909.
IV Cuarta Generación 1910-1959.
V Quinta Generación 1960 hasta la actualidad.
Familia A. Primera y Segunda Generación. 1760-1809 y 1810-1859.
Para iniciar la descripción, propongo el siguiente gráfico: Únicamente disponible en la versión PDF.
El matrimonio entre 1 y 2 fue completo, es decir, se apadrinó por la iglesia y por los registros civiles coloniales. De este matrimonio, solamente se reconoce un hijo, 6. El matrimonio de 3 y 4 fue estable y en él se procrearon a cuatro mujeres, 7, 9, 11 y 13. Posteriormente 3 procrea una hija fuera de matrimonio, la cual es reconocida legalmente y lleva el apellido patrilineal[21], y es en esta segunda relación de procreación, donde se establecen los vínculos con la Familia B. La importancia, y el reconocimiento social, de estas familias, se deriva de manera patrilineal, por tanto todos las hijas de 3, procreadas con 4 y con 5 no llevan como primer apellido el de la Familia A.
La tradición oral refleja que el matrimonio de 6 y 7, se presentó una alianza de tipo ideal entre un descendiente de españoles, descrito en las entrevistas como originario de los alrededores de Madrid y, una criolla de buen respaldo económico.
El grupo de personas, de 1 hasta 4, son originarias del Municipio de Estelí. En cambio, 5 es registrada como originaria del Municipio de Matagalpa, heredera de extensas fincas de café y ganado. Por la vía de 5 se amplían las relaciones de parentesco a las familias de Matagalpa, las que todavía se dedican al cultivo de café y a la crianza de ganado.
Cabe hacer notar que esta aparente exogamia, no traspasa las fronteras de la Región Norte del país, lo que más adelante sitúa a la Familia A, al margen del proceso independentista de 1821, y todavía, más recientemente no se encuentran vínculos, entre éstas, y las familias del Occidente y el Sur del país, quedando la Familia A como una "estructura" de tipo conservadora, sin relación económica con los nacientes grupos agro exportadores del algodón y la caña en el Siglo XX.
Familia A. Segunda y Tercera Generación. 1810-1859 y 1860-1909.
Continúo con el gráfico: Únicamente disponible en la versión PDF.
El matrimonio entre 15 y 16 no procreó hijos. Durante las entrevistas, se obtuvo la hipótesis de que, 16 abortaba con remedio caseros[22], y que tenía una especial aversión hacia las hijas mujeres, las cuales murieron en los días siguientes a sus nacimientos.
El matrimonio entre 17 y 18, generó un grupo de descendencia que describiré por separado. Al enviudar 17, se une en matrimonio con 19, que a su vez es hija de 22, es decir se trata de tío y sobrina en segundo grado de afinidad.
En este, segundo matrimonio, no hubo descendencia, no obstante, la alianza entre 19, hija de 22, que estaba fuera de la familia, permitió el acceso a los bienes de 17, de los cuales goza en la actualidad, pues tiene aproximadamente, ochenta años de edad. En otras palabras: lo que le era negado por la tradición patrilineal de su propia familia, estaba ahora a su alcance, por medio del matrimonio, aunque por la edad tardía en que se realizó el matrimonio, ya no hubo descendencia.
El matrimonio entre 20 y 21, entre un reconocido intelectual de Managua, treinta años mayor que ella, y ella, una mujer que apenas alcanzaba la adolescencia, procrearon siete hijos, siendo las dos primeras, mujeres, fallecidas pocos días después de nacer. Los cuatro siguientes fueron varones y por último una mujer que escapa al infanticidio femenino.
A pesar de que, ésta hija mujer, es descendiente directa, se le asigna familiarmente las tareas domésticas y, es quien lleva la carga de cuidar a sus padres durante su vejez. En el caso del padre, 20, éste falleció hace treinta años aproximadamente, y la madre, 21, aún está bajo sus cuidados. Esta conducta en las familias andrófilas, llevó a ésta mujer, a retrasar su propio matrimonio, hasta que alcanzó una edad cercana a los 40 años.
Familia A. Tercera y Cuarta Generación. 1860-1909 y 1910-1959.
Entre la tercera y cuarta generación, solamente 17 y 21 tuvieron descendientes. Dada la complejidad de los datos, presento primero la genealogía, y análisis, de 17:
A primera vista tenemos: matrimonios monogámicos rotativos[23] y una apertura amplia en el triángulo de edades. En este grupo ocho de los cónyuges son extranjeros, tratándose de 26, 27, 31, 32, 33, 35, 37 y 38. Por otra parte, solamente tres son nicaragüenses, siendo éstos, 30, 36 y 40.
Como hemos visto, el triángulo de edades, se abre notablemente a partir de la cuarta generación, y al presentarse los matrimonios monogámicos rotativos, aparece en forma numéricamente importante, el concepto de medio-hermano y con ello, se atomiza la filiación.
En vista de que, solamente hay dos hijos varones del matrimonio entre 17 y 18, es con la descendencia de ellos exclusivamente 40 y 45, con quienes se continúa la institución del apellido como símbolo de la filiación en la Familia A. De esta otra forma, la visión del grupo familiar también se dispersa.
Como producto de los cambios político-económicos de la década de 1980, todos los núcleos familiares migraron hacia el extranjero, con excepción del matrimonio entre 29 y 33. Ninguno de los matrimonios en esta generación, es entre primos.
De los cinco hijos de 17, solamente 29, vive en Estelí. La tradición del domicilio patrilocal en 17 se transforma rápidamente en troncal[24].
Por otro lado la causa del cambio de domicilio, se debe esencialmente, a los matrimonios con extranjeros, igual a lo que sucede con los hijos de 21, que es hermana de 17. La entrevista con 19, nos propone como hipótesis, que "Los extranjeros eran más elegantes y podían viajar y/o vivir en Estados Unidos y Europa", lo cual se confirmó en todos los casos señalados.
Sin embargo, la conveniencia para el grupo familiar, hace que la filiación de los descendientes de las personas que encontramos en la cuarta generación, gocen de doble filiación, perteneciendo y gozando de los privilegios simultáneamente, de acuerdo a los dos grupos familiares, representados por sus respectivos padres y madres[25].
Las anomalías, incestos, que encontramos en este estudio, se presentan, o son facilitadas, por las diferencias generacionales y la convivencia en una misma unidad doméstica, entre uno de los cónyuges, con respecto a los hijos, del otro cónyuge, procreados en otro matrimonio. También la encontramos, en la relación entre tíos y sobrinos en primer grado, cuando las edades de ambas personas coinciden relativamente.
Estas anomalías se encuentran en la relación de incesto por afinidad, que encontramos entre el esposo de la madre, 27 y 28 respectivamente, y la hija de ésta con 26. Otra anomalía similar se presentó, entre el esposo de la madre, 37 y 39 respectivamente, y la hija de ésta con 36. El último caso, se presentó cuando, una hija de 33, se unió, a un hijo de su hermano.
En todos los miembros involucrados en relaciones incestuosas, ya sea por afinidad o por consanguinidad, los matrimonios no han sido estables, de igual forma se manifiesta en términos económicos y de residencia. No existe descendencia en estas relaciones.
En la cuarta generación, el matrimonio eclesiástico ya no se practicó con tanta rigurosidad, excepto entre 34 y 35, y entre 40 y 41, que a su vez son aquellos que han conservado la monogamia estable, a diferencia de los otros, que entraron en monogamia rotativa.
Es a partir de esta vinculación entre personas de Estelí y extranjeros, en la descendencia de 17 y 18, que, más adelante en el tiempo, la quinta generación, ya no reside actualmente en la ciudad.
Como hemos visto, y dada la complejidad de los datos, presento ahora, la genealogía y análisis, de 21, es decir, tercera y cuarta generación:
Esta parte de la Familia A, desciende de una hija mujer, 21, por tanto, el apellido como institución que identifica al grupo familiar se pierde con el matrimonio.
Por otro lado, las alianzas matrimoniales en todo el grupo de 42 hasta 52, se dieron, únicamente con extranjeros. Vemos aquí la ruptura en la sucesión de la Familia A, en principio por la pérdida del apellido patrilineal, por el cambio, de un comportamiento conservador, hacia un comportamiento exogámico, y por los cambios en el modelo económico del país, a los cuales ya me he referido.
Lo anterior se explica si consideramos que, la descendencia de 21 compite por ser ésta mujer con la descendencia de 17, que es varón, y a quién le son heredados por la vía patrilineal los bienes de sus padres, 6 y 7. Ante la fragilidad creada por la competencia y los problemas de armonía, que de esto se derivaron, los hijos de 21 y 17, trataron, cada uno por su propia cuenta, de asegurarse otra forma de conservar su estatus económico, siendo el matrimonio, la más evidente.
Al igual que en la descendencia de 17 y 18, la descendencia de 20 y 21, habiendo nacido y crecido en Estelí, decidieron unirse en matrimonio con extranjeros, de esta forma, la quinta generación, ya no reside actualmente en la ciudad, ni en el país. Con excepción de la descendencia de 49, que ahora reside en Managua. Cortándose aquí, de manera temporal la genealogía de la Familia A, en la ciudad.
La Familia B.
Este grupo de filiación procede de campesinos ricos con domicilio doble, es decir en el campo y en la ciudad. En general se comportan de manera matrilocal[26], para fijar su residencia. Su características fenotípicas son similares a las de la Familia A: cabellos dorados, ojos azules y, en general, buena estatura.
Los matrimonios se inclinan hacia un comportamiento tradicional. Esto incluye, dentro de la lógica masculina, culturalmente aceptada como costumbre, de que los hombres deben reafirmar su condición de virilidad a través de la procreación de hijos con varias mujeres a la vez y la convivencia de algunos de estos hijos en la casa de la esposa principal. La entrevista con 14, nos explica este hecho, a partir de la necesidad de tener más fuerza de trabajo en las fincas, y al mismo tiempo, mantener abiertas las redes de comercio y otras formas de alianza, en la ciudad.
Los matrimonios no se registran ni eclesialmente ni por medio del registro civil. No se pudo obtener documentos que probasen matrimonios, tanto de la Familia A, como de la Familia B, de la primera y segunda generación.
Las familias son numerosas en general. Se organizan matrilocalmente y el sistema de parentesco, con muchos medios-hermanos permite los matrimonios entre primos directos[27], no así entre primos cruzados[28].
De igual forma, debido a la gran cantidad de hijos, la diferencia de edades entre los mayores y los menores permite condiciones para que ocurra el incesto. En nuestro estudio, encontramos incesto: 1) entre tío y sobrina con vínculo consanguíneo directo, siendo su descendencia sobrina de los hermanos y hermanas del padre y primo de los hermanos y hermanas de la madre, 2) entre el hijo(a) de un hermano (a), y el hijo(a) de otro hermano (a), siendo su descendencia, hermanos y primos hermanos a la vez, y 3) en dos casos encontramos matrimonio entre hijos de los mismos padres.
Las profesiones no aparecen en este grupo de filiación en la primera, segunda y tercera generación, y encontramos escolaridad y profesiones hasta en la cuarta generación. La escolaridad es bastante baja, y las alianzas matrimoniales, están más bien, en función del trabajo en las fincas y la reproducción de la mano de obra campesina.
La evaluación de nuestros datos también permite ver, y/o concluir que los matrimonios de las mujeres de la Familia B, se han realizado, en general de forma tardía, y que estas fueron más propensas a matrimonios exogámicos que sus hermanos varones, los cuales se inclinaron a formas endogámicas.
Familia B. Primera y Segunda Generación. 1760-1809 y 1810-1859.
Debido a que en esta genealogía, encontramos una generación anterior, he agregado un cohorte de 1710 a 1759, señalado con números romanos en minúscula, y luego están la primera y segunda generación, a fin de que, los datos, sean comparables de manera sencilla con respecto a la Familia A. Para iniciar la descripción, propongo el siguiente gráfico[29]:
Aquí podemos observar algunos de los elementos planteados en las generalidades de la Familia B, por ejemplo, la familia numerosa, y el matrimonio del tipo monogamia rotativa.
También podemos apreciar que, 4 contrae matrimonio con 5, y cuando ésta fallece, el nuevo matrimonio lo establece con la hermana de la esposa, 6. Es decir, todo los hijos de ambas mujeres son nietos de los mismos abuelos, hijos del mismo padre, pero de distintas madres, hermanas éstas entre sí. Nos referimos a las personas comprendidas desde 15, hasta 30, en el gráfico.
Los hijos procreados en el matrimonio, entre 4 y 7, tienen edades que corresponden con la tercera generación; están representados como 31 y 33.
La relación de acercamiento, entre la Familia A y la Familia B, se da a través del miembro 5 de la Familia A y sus descendientes, ella, 5, es hija de, v, y está representada en el gráfico por 9, en la Familia B. Por tanto, todos los descendientes de esta línea son parientes en primer y segundo grado tanto de miembros de las Familia A, como de la Familia B.
En los casos de exogamia, la alianza se da con respecto a familias de gran reconocimiento en León y Managua, sin embargo los matrimonios, por lo general, no fueron estables.
Familia B. Segunda y Tercera Generación. 1810-1859 y 1860-1909.
Muestro aquí el árbol genealógico de la familia B, en su segunda y tercera generación, agregando un fragmento de la descendencia, que es, al mismo tiempo, de la tercera y cuarta generación: Únicamente disponible en la versión PDF.
Este gráfico nos permite observar, como 32, al casarse con 33, constituye un caso claro de matrimonio entre tío y sobrina.
En otra perspectiva, encontramos que tres de los cinco hermanos varones: 38, 42 y 46, han fijado su residencia doble, en las fincas y en la ciudad. En el caso de 34, varón, decidió quedarse en su lugar de origen. En tanto, 41, mujer, emigró hacia otra población producto de su matrimonio, estableciendo su residencia de forma troncal, o neolocal. Y finalmente, 33, 36 y 45, decidieron vivir en la ciudad.
La vinculación entre la Familia A y la Familia B, se presenta de nuevo se da por medio de 22 en la Familia de A, que es la misma persona 8 en la familia B.
Aunque solamente he considerado dos matrimonios para ilustrar la segunda y tercera generación, se obtuvo, que la cantidad promedio de hijos en cada matrimonio, es aproximadamente de ocho.
Familia B. Tercera y Cuarta Generación. 1860-1909 y 1910-1959.
Aunque no están representados todos los descendientes de la cuarta generación, he tomado los casos en que se presentan anomalías, en su descendencia, es decir, ya estamos abordando de hecho, una parte de los miembros de la quinta generación.
Existen dos matrimonios incestuosos entre primos hermanos: el primero entre un hijo de 38 con una hija de 42, y el segundo, entre un hijo de 40 y una hija de 45. En el primer caso, la familia decidió crear una residencia troncal, y la segunda pareja decidió por una residencia de tipo avuncunlocal[30]. Ninguno de los hijos de ambas parejas registra deficiencias físicas o mentales notorias.
Se registran otros dos casos de incesto entre un hijo y una hija de los mismos padres: el primero entre dos hijos de 34, aquí, los siete descendientes padecen, sin excepción, de retardos físicos y mentales visibles y el segundo, entre dos hijos de 42, aquí, los tres descendientes observan características físicas y mentales normales.
Ninguno de los matrimonios en las primeras dos generaciones del gráfico se da con personas fuera del grupo familiar, todos los vínculos son internos.
Las relaciones de compadrazgo también son internas, los padrinos y madrinas son a la vez tíos y tías, de tal modo que, los hermanos prefieren llamarse compadres entre sí.
La existencia de matrimonios estables simultáneos, en el campo y en la ciudad, propició una gran ampliación de la red familiar y ha dado mayor fuerza a las alianzas. Sin embargo, en el cohorte de la cuarta generación, ya no es exclusivo, el tipo de familia numerosa, ni endogámica. Aparecen con cierta frecuencia, formas de matrimonio simultáneo o poligamia[31], entre personas de las zonas rurales y la ciudad, y policoitia[32].
Conclusiones.
Las familias de la ciudad de Estelí que han sido estudiadas nos ofrecen una gran variedad de situaciones. La tendencia más clara fue hacia la endogamia, que se rompe en la actual generación, influenciada por los cambios en las políticas económicas y la relación social de la propiedad, que se ha transformado de la gran hacienda o finca, a la fragmentación hereditaria, o a la fragmentación de las fincas, por medio de la Reforma Agraria.
Las familias cumplen sus tres fases de vida: evolución, expansión y sustitución[33]. Este proceso ocurre en la primera, segunda y tercera generación de la Familia A, pero se rompe en la cuarta y quinta generación, cuando los descendientes pasan a vivir a otros lugares. En cambio en la Familia B, ocurre en todas las generaciones, incluyendo la quinta, ya que su norma de residencia ha permanecido ligada al binomio rural-urbana.
Sin embargo los patrones culturales específicos, son harto diferentes entre la Familia A, que prefiere la exogamia con extranjeros a partir de la cuarta generación, y la Familia B, que se inclina a la endogamia, en todas las generaciones, incluyendo relaciones incestuosas tanto por consanguinidad como por afinidad.
Solamente en la Familia B se presentan sistemas familiares semi-complejos[34], como una forma de conservar el patrimonio, el cual se transmite, preferencialmente, de forma matrilineal, dando pie a una fuerte tendencia al matriarcado que se complementa con los matrimonios con miembros de la Familia A, donde la transmisión de la herencia es más fuerte en la vía patrilineal.
La familia rural tienen mucho en común por lo descrito en el libro "El Universo de la Tierra", Capítulo Estelí[35], lo cual hace pensar que existe una tradición coincidente entre estas familias y las estudiadas actualmente.
Los cambios establecidos por la Revolución inclinan a la Familia A hacia la migración al extranjero, estableciendo matrimonios que facilitan esta migración. La sucesión en el grupo familiar, se rompe y la propiedad se fragmenta, a través de la venta. Posiblemente, este clan termine en la actual generación y únicamente estará registrado en la memoria oral de la población de la ciudad.
La Familia B, continúan las formas tradicionales campesinas de organización social y de la familia, y su vínculo a la tierra, le permite mejores posibilidades para una continuidad de su estructura familiar, sin embargo queda latente el problema de la fragmentación a través de la distribución equitativa y fragmentaria de la herencia.
El método genealógico me ha permitido conocer y profundizar, en las relaciones sociales y de parentesco de estas dos familias estudiadas y nos ofrece una excelente posibilidad para conocer otros fenómenos, que se relacionan con el parentesco, como son: la Propiedad, la Herencia, el Poder Político, las Relaciones Económicas, y las Costumbres.
Aunque el método del Estructuralismo, propuesto por Levi-Strauss y sus discípulos es sumamente útil, en este trabajo pude constatar que, la crítica general de Haidar, con respecto a las limitaciones en el campo de la historia y la etnología, que nos presenta el método de Levi-Strauss, en el caso del estudio de nuestras sociedades vivas, es válida.
Uno de los aspectos que mayor dificultad ofrece el método, es la falta de sistematicidad en el tiempo, ya que como pudimos comprobar en el caso de matrimonios entre miembros de varias generaciones y/o en relaciones de incesto, no se ve claramente el "deslizamiento en el tiempo" que se presenta entre los hijos mayores y los menores de un matrimonio, y que, de representarse en el tiempo nos ayudaría a explicar con más claridad los vínculos de parentesco, específicamente en las familias de tipo endogámico.
Es sano reconocer la gran importancia del estructuralismo francés, al cual debemos añadir el análisis histórico y etnológico para que éste contenga una visión más integral de los fenómenos estudiados.
Managua, Nicaragua, 1996.
Bibliografía.
Abad Márquez, Luis V. 1995. La mirada distante sobre Levi-Strauss. México: CIS.
Almanaque Mundial 1996. Miami: Editorial América.
Dumont, Louis. 1975. Introducción a dos teorías de la Antropología Social. Barcelona: Anagrama.
González Echevarría, Aurora. 1994. Teorías del parentesco. Madrid: Eudema.
Haidar, Julieta. 1990. El estructuralismo. México: Juan Pablos Editor.
Levi-Strauss, Claude. 1974. Antropología Estructural. Barcelona: Paidos Basica.
San Roman, Teresa Y González Echevarría, Aurora. 1994. Las relaciones de parentesco. Barcelona: Universitat Autónoma De Barcelona.
Fuentes orales.
Stolke, Verena. Conferencias dictadas en la UNAN-Managua. 1995.
Robinson, Scott. Conferencias dictadas en la UNAN-Managua. 1995.
Informantes.
Familia A:
- 19, viuda, de setenta años de edad.
- 14, soltera, de ochenta y seis años de edad.
- 27, casado, de sesenta y cinco años de edad.
- 50, casada, de sesenta y dos años de edad.
- 21, viuda, de noventa y dos años de edad.
Familia B:
- 9, viuda, de setenta y dos años de edad.
- 33, viuda, de setenta y seis años de edad
- 48, soltero, de cuarenta y seis años de edad.
- 50, soltero, de cuarenta y cuatro años de edad
[1] Almanaque Mundial 1996.
[2] A diferencia del la Región de Occidente, donde los cultivos para la agroexportación del algodón y el banano se establecieron a partir del arriendo de las tierras por los grandes capitalistas a los pequeños propietarios. (Nota de la Autora).
[3] A fin de diferenciarlas se les ha asignado en el texto los nombre de Familia A y familia B. También se ha dado un número ordinal consecutivo a cada miembro de éstas.
[4] Editorial Paidós. 1969.
[5] Publicado en Antropología Estructural. 1974. Barcelona: Editorial Paidós. Págs. 97-120.
[6] Se puede consultar entre otros autores a : González Echevarría, Aurora.1994. Teorías del Parentesco. Madrid: EUDEMA y, San Román, Teresa y González Echevarría, Aurora, 1994. Las Relaciones de Parentesco Barcelona: UAB.
[7] Haidar, Julieta. 1990. El Estructuralismo. México: Editorial Paidós Básica.
[8] Al respecto, Levi-Strauss propone dos tipos de sociedades paradigmáticas: "las sociedades frías que tienen una temperatura histórica muy próxima a cero (metáfora bastante alusiva a la exclusión de la historia), una reducida demografía y un modo mecánico de funcionamiento; en cambio, las sociedades calientes, que surgen después de la revolución neolítica, estimulan las diferenciaciones sociales para extraer de estas su devenir y su energía". En Antropología Estructural. 1970. Pág. XXXIX.
[9] Rivers (1926), considera que "la filiación implica la transmisión de la calidad de miembro de un grupo". Véase en: San Román-González en Las relaciones de parentesco. Pág. 33.
[10] San Román y Gonzáles Echeverría, lo explican así: "Matrimonio se ha definido tradicionalmente (agrupando el contenido básico de las definiciones más clásicas) como la unión legítima y relativamente estable de dos personas de distinto sexo que comparten una residencia en común y cooperan económicamente sobre la base de la división sexual del trabajo, siendo el objetivo fundamental de la institución la legitimación de los hijos". Op, Cit. Pág. 19.
[11] El robo o rapto de la novia, consiste en que el varón lleva a la novia a otro lugar, con propósitos sexuales, de manera tal que los familiares están obligados por la vía de facto a reconocer la relación entre los novios. Con frecuencia el robo conduce al matrimonio, voluntario o forzado, sin embargo no es una regla obligatoria (Nota de la autora).
[12] Véase en, San Román, Op. Cit. Pág. 29.
[13] Véase en, San Román, Op. Cit. Pág. 28.
[14] Al respecto nos dice San Román y González (1995): "Un afín es el casado con nuestro consanguíneo o el consanguíneo de nuestro cónyuge". Véase en Op. Cit. Pág. 7.
[15] Así se conoce en algunas zonas de Nicaragua a los hijos nacidos fuera del matrimonio, un niño adoptado, o a los hijos de los parientes pobres, aparentemente con el ánimo de darle protección y tutela, pero en la práctica bajo un estatus inferior al que tienen los hijos de "matrimonio", discriminado y sometiendo a una mayor carga doméstica al hijo de casa. En algunos casos el niño que pierde a sus padres y se va a vivir a la casa de los padrinos (Nota de la autora).
[16] Robinson, Scott, (1995), en sus conferencias dictadas en la UNAN-Managua, explicaba que, todo suceso que se presenta en el árbol genealógico y rompe con las normas, es de hecho, una anomalía.
[17] Dice Larissa de Lomnitz : "Tradicionalmente se ha considerado como unidad doméstica ("household") al grupo social integrado por todas las personas que viven en una misma residencia y cuyo acceso a la vivienda es a través de una entrada común". En ¿Cómo sobreviven los marginados? 1993, Pág. 106.
[18] Al respecto dice Levi-Strauss, (1969): "... la endogamia es la obligación de casarse en el interior de un grupo definido objetivamente". Op. Cit., Pág. 82.
[19] "La prohibición del incesto no tiene origen puramente cultural, ni puramente natural, y tampoco es un compuesto de elementos tomados en parte de la naturaleza y en parte de la cultura..." Véase en Levi-Strauss, Las estructuras elementales del parentesco. Op. Cit., Pág. 58.
"En todos los pueblos y tiempos conocidos, la humanidad se ha impuesto la obligación de abstenerse de mantener relaciones sexuales con ciertos parientes... En una palabra, las relaciones incestuosas no son compatibles con la organización y las funciones de la familia". Véase en San Román y Gonzales, Op. Cit. Pág. 14 y 15.
[20] "La función básica de la exogamia, y por tanto de la prohibición del incesto, es la alianza..., el incesto se prohíbe para hacer posible este intercambio. Véase en San Román y Gonzales en Op. Cit. Pág. 15.
[21] "Pertenecen al grupo de filiación patrilineal tanto los hombres como las mujeres, pero solo los hombres pueden transmitir a sus hijos la pertenencia". San Román y Gonzales. 1995, Pág. 34.
[22] El aborto se provocaba, de acuerdo a los relatos, preparando una infusión de una planta conocida popularmente como "ciguapate" (Nota de la autora).
[23] Término empleado por Stolke, Verena, para representar a los matrimonios de una persona con otras en forma sucesiva, pero no simultánea, tal y como se presenta con normalidad en los casos de divorcio, separación definitiva, o viudez.
[24] "La norma de residencia es mayoritariamente independiente o neolocal". Véase en San Román y Gonzáles, en Op. Cit., Pág. 29.
[25] San Román y Gonzales nos proponen una discusión interesante, al sugerir que se puede pertenecer a un grupo patrilineal y otro matrilineal al mismo tiempo, pero, que tarde o temprano, la familia se inclinará hacia uno de los dos lados, o bien tendrá que coexistir alternadamente con ambos. Ver en Op. Cit., Págs. 39 y 40.
[26] Matrilocal: "Los esposos viven en la unidad doméstica de los padres de la mujer". Véase en San Román y Gonzales, en Op. Cit., Pág. 29.
[27] Se habla aquí de la relación de consanguinidad que existe, entre los hijos e hijas de los hermanos y/o hermanas. En el lenguaje jurídico también se usa el término de primos en primer grado de consanguinidad. (Nota de la autora).
[28] "Tanto en la situación patrilineal como en la matrilineal, los hermanos y los primos paralelos (hijos del hermano del padre e hijos de la hermana de la madre), pertenecen al mismo grupo que EGO y los primos cruzados (hijos de la hermana del padre e hijos del hermano de la madre), a la mitad opuesta. Véase en San Román y Gonzáles, en Op. Cit. Págs. 44-45.
[29] SIMBOLOGIA :
_ varón
_ mujer
= matrimonio
--------- relaciones de parentesco consanguíneo
R persona que se repite en otra genealogía
[30] Avuncunlocal, es la norma de residencia, en donde los esposos residen en la unidad doméstica del hermano de la madre del marido. Véase en San Román y Gonzales. Op. Cit., Pág. 29.
[31] Que tiene al mismo tiempo varias mujeres por esposas. Véase San Román y Gonzales, en Op. Cit. Págs. 30-32.
[32] La relación que tiene, tanto el hombre como la mujer, con amantes, es decir que no los une el vínculo del matrimonio. San Román y Gonzales en Op. Cit., Pág. 30.
[33] El proceso puede verse como recorriendo sin discontinuidad tres fases: una de expansión, hasta que todos los hijos nacen, otra de dispersión, que se vincula al matrimonio del primer hijo, terminando con el último, y otra tercera, de sustitución, en la que los hijos tienen sus propias unidades domésticas y desaparece la de los padres, terminando el proceso con la muerte de éstos. Véase San Román y Gonzales, en Op. Cit. Pág. 32.
[34] "... descubre Heritier, en el seno de las estructuras semi-complejas, una preferencia por los parientes". Véase en Gonzales, Teorías del Parentesco. Pág. 79.
[35] "... las familias más antiguas generalmente no se mezclan con otras; producto de ello, la gran mayoría son parientes entre sí". Op. Cit., Pág. 136.
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